El próximo verano tengo pensado enfrascarme en el estudio del alemán para leer "O Livro do Desassossego", de Fernando Pessoa (Bernardo Soares para los amigos). Me lo propuse la noche en que escuché a un hombre bajo mi balcón recitar unos versos galaico-portugueses en el idioma germano. Entonces supe que aquel sonido agridulce que estremecía el vidrio había nacido en Berlín, se había hecho mayor en Lisboa y quería morir en mi cuarto. Posiblemente en Agosto, con la intercesión de Dios y wordreference.com.
"Ich bin der Zwischenraum zwischen dem, was ich bin, und dem, was ich nicht bin, zwischen dem, was ich träume, und dem, was das Leben aus mir gemacht hat, der abstrakte und leibliche Mittelwert zwischen Dingen, die nichts sind, da ich ebenfalls nichts bin. Welche Unruhe, wenn ich fühle, welch Unbehagen, wenn ich denke, welche Nutzlosigkeit, wenn ich will!"
"Sou o intervalo entre o que sou e o que não sou, entre o que sonho e o que a vida fez de mim, a média abstracta e carnal entre coisas que não são nada, sendo eu nada também. Que desassossego se sinto, que desconforto se penso, que inutilidade se quero!"
"Soy el intervalo entre lo que soy y lo que no soy, entre lo que sueño y lo que la vida ha hecho de mí, la media abstracta y carnal entre cosas que no son nada, siendo yo nada también. ¡Qué desasosiego si siento, qué desconsuelo si pienso, qué inutilidad si quiero!"
Voilà. Estas son las terribles ideas que se les pasan por la cabeza a chicas como Topanga Lawrence cuando en ciudades como Oviedo no para de llover.