Michael Lagartijo, Dos Puntos como segundo apellido, ha heredado uno de los despachos más codiciados de la segunda planta. Como su antecesor se llamaba Michael Lagartijo Lavandego, no fue preciso modificar las señas del buzón de sugerencias con el que el señor Lavandego, en los comienzos de su carrera docente, se había querido ganar la simpatía de sus alumnos. Estoy abierto a cualquier tipo de sugerencia, a los alumnos. Gatiaris, a últimos de mes quiero ver ese buzón libre de papelitos. Puedes leerlos, si quieres.
El ayudante del nuevo profesor Michael Lagartijo, Dos Puntos como segundo apellido, también se llama Gatiaris. Por supuesto, no son la misma persona, pero si así lo fuese tampoco importaría, no cuando vemos a Michael Lagartijo precipitarse desde su mesa de trabajo al pasillo, giboso, cubriendo su boca con un pañuelo de algodón. Los escasos alumnos que presencian su estampida hacia el baño no tardarán en propagar absurdos rumores sobre su persona, una práctica, por otro lado, muy habitual entre los universitarios ociosos. El que se extenderá entre los chavales con mayor rapidez será aquel en el que Michael Lagartijo se presenta como bulimaréxico; por eso nunca come en público y, cuando no está en su despacho, quema horas encerrado en el baño. Y este chisme podría haber sido verdad si no fuese mentira, porque Michael Lagartijo está ahora en el baño retocándose la sonrisa.